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Quizá no lo sabes, pero desde hace ya varios años los faros de los vehículos ya no son de cristal, sino de un material termoplástico. Esto nos obliga a revisarlos cada cierto tiempo, muy especialmente si el vehículo duerme fuera y está permanentemente en el exterior expuesto a cambios de temperatura e inclemencias climáticas, que no hacen otra cosa que provocar desgaste y deterioro del material.
¿Cómo proteger y alargar la vida de los faros?
Seguramente hayamos visto faros sin brillo o ya un tanto opacos y amarillentos, como este ejemplo que mostramos a continuación, donde se puede observar la diferencia de un faro deteriorado por el tiempo y sin mantenimiento, a uno en perfecto estado de conservación:
Un faro oscurecido y sin brillo como el de la imagen de la izquierda nos genera varios problemas:
- El primero, la estética que es lo que primero que resalta.
- El segundo, la pérdida acusada de iluminación, que conlleva a ver peor de noche y a poner en riesgo nuestra seguridad.
- Por si fuera poco, con los faros en un estado como el de la imagen izquierda, no pasaríamos la ITV, ya que se considera falta grave.
¿Qué tenemos que hacer entonces cuando nuestros faros comienzan a ponerse en mal estado?
Lo primero de todo sería acudir a un taller para que nos den un presupuesto para pulirlos. Si no están excesivamente deteriorados, esta sería la mejor solución, ya que nos los dejarían como la imagen de la derecha.
En el caso de que estuvieran excesivamente deteriorados la solución de pulir mejoraría algo, pero no quedarían como nuevos, generando dudas de si pasaría la ITV o no. Y si no pasara la ITV y su iluminación no fuera la adecuada, la solución pasaría por sustituir el faro completo, llevándonos a un gasto mayor.
Nuestro consejo desde Talleres Oviedo Car es que, si el faro no queda perfecto, se sustituyan también las bombillas de los faros. Esto, salvo que se fundan, no es algo que se suela hacer, pero nos parece importante ya que con el paso de los años las bombillas pierden luminosidad y es algo que apenas apreciamos hasta que le ponemos bombillas nuevas y vemos que la luz que da es mejor. Además, es un mantenimiento barato y sencillo.
Si una vez pulidos los faros y por el desgaste de los mismos no quedasen tan trasparentes y cambiando las bombillas no conseguimos la luminosidad suficiente, esta claro que la solución pasa por poner faros nuevos.
Es por ello que se recomienda revisar los faros cada dos años más menos, así evitaremos problemas a mayores y la solución será un simple pulido y sustitución de las bombillas para recuperar la imagen y luminosidad de cuando era nuevo nuestro vehículo, garantizando así también nuestra seguridad en la conducción nocturna.
En el caso de que el vehículo duerma en garaje, estos desgastes no se suelen visualizar tan pronto pero, aun así, debemos prestar atención igualmente.
En cualquier caso, si los faros están un tanto deteriorados como se ve en la foto, lo mejor es que un profesional dictamine y, tras su valoración, diga qué debemos hacer. Su consejo será siempre el más acertado.
Confiamos en que estos consejos hayan sido de utilidad. Recuerda que en talleres Oviedo Car también hacemos estos trabajos de pulido de faros y podemos ofrecerte nuestro mejor consejo para que te cueste lo menos posible. ¡Consúltanos!